Mi recuerdo de Germán
Era Germán un hombre serio, religioso
Era Germán un hombre amable, silencioso
Era un hombre tranquilo, voluntarioso
Era un hombre que ayudaba, generoso
Nunca le he oído quejarse
De la enfermedad que tenía
Siempre le he visto tranquilo
Resistiendo con valentía
Germán era un hombre especial
Regalaba lo que sabía
Colaboraba en el Centro
Su razonamiento convencía
Hoy al pasar por el Centro
Hecho de menos su voz
Falta su cuerpo en la mesa
Su conversación veloz
El reloj del tiempo
Nos va aniquilando
Poco a poco en silencio
Nos vamos marchando
Miguel Correa-1-04-2013
Quiero pensar Miguel, que como nos comentaba el profesor de Filosofia, esta breve vida es sólo un pequeño paso a otra dimensión más humana y de plena realización. Como tú, todos los compañeros que formamos la revista echamos de menos cada dia a nuestro amigo y compañero Germán. El último viaje que compartí con él fue a Extremadura. Iba feliz con su mujer y a todos los hacia las miles de fotos que le pediamos. Gracias por tu poema dedicado a él. Un saludo. Alex
Recuerdo muy bonito y emotivo de nuestro compañero de la Revista, Germán, que le hace Miguel, con su manera de decir las cosas, componiendo en verso sus pensamientos e inquietudes que le brotan desde dentro de su ser.
Saludos
Amigo Germán, tuve la mala suerte de conocerte los dos últimos años de tu vida cuando ya tenías la enfermedad de la cual nunca te quejaste, al contrario siempre había en tí una sonrisa incluso cuando estabas en el Nicolás Peña.
Tu familia puede estar orgullosa de tí al igual de los muchos que te conocimos y como creyente y practicante seguro descansas donde mereces.
Gracias Germán.
Admiro el talento y la gran capacidad que tiene de expresar en verso sus emociones el señor Miguel Correa. Seguro que Germán al leer el verso y recordar a su amigo Miguel dibujo en el cielo una gran sonrisa.Porque Germán no ha muerto. Porque no me digáis que la vida muere.Porque la vida no muere nunca, no nos la pueden quitar, ni robar, porque la vida es una antorcha que va de mano en mano, de hombre a hombre, de semilla en semilla y, es una transferencia que no tiene regreso. Es un infinito viaje hacia el futuro y al conocimiento. Y mientras recordemos a Germán siempre estará vivo.