La plaza de mi pueblo
En la plaza de mi pueblo,
llena de palomas blancas,
alli sentado en el suelo
yo les daba las migajas.
Se las ofrecía en mi mano,
que ellas picoteaban.
Cuanta inocencia tenían
aquellas manitas blancas.
Ya han pasado los años
y hoy he vuelto a la plaza.
Ya no hay niños jugando,
tampoco palomas blancas.
Entonces miro mis manos:
Están viejas y arrugadas.
Y lloro por aquel niño,
aquel de las manos blancas,
que les daba de comer
de sus manos en la plaza.
ESTRELLA
Es la inocencia perdida, querida Estrella. Nostalgia de tiempos que ya no volverán. Ceneme
Me llegas al alma Estrella, pero tal vez las nuevas manos, rugosas, viejas y deformadas, encierran más dulzura, mayor sabiduria y, sobre todo, acarician mejor porque han acumulado todo el amor de muchos años. Tus manos Estrella siempre serán úinicas y bellas. Un beso. Alex
Estrella, con tus palabras, me transmites esa nostalgia que todos tenemos de nuestra niñez. Que buenos tiempos aquellos. Pero hay que pensar que la vida sigue y hay que luchar para que sea igual o mejor que antes. Animo.
Antonio