La gripe de mi suegra Elvira
Mi suegra Elvira, hace dos semanas padeció una gripe profunda… de esas con personalidad; de las que solo ella sufre. Su hija Charo, la acompañaba unas horas cada día, para hacer más llevadera la amargura del calvario de su enfermedad.
-Podría haber muerto tirada en mi colchón ortopédico, y no os habríais enterado hasta que el cadáver empezase a oler.
-Mamá, por favor, no exageres.
-¿No te has enterado que encontraron a una vieja toda muerta en su casa, porque sus hijos no se ocupaban de ella?
-No mamá, era una señora que no tenía familia, y dijeron por la tele que ya había cumplido 89 años y presentaba muchas complicaciones de salud.
-Ay, no me pongas nerviosa.
-¿Te caliento la bolsa de agua?
-¿Estás tonta? ¿Quien utiliza ya una bolsa de agua? Tráeme la manta eléctrica que compré en el “Cortingles”
-Pero si decías que ibas a morir asada como un churrasco.
-Aquella era de los chinos y la devolví. Compré otra nueva, que se auto programa con unos sensores internos que lleva en los mecanismos y cuando detecta los calentamientos corporales de las personas por dentro, se apaga antes que mueras a la parrilla como San Lorenzo.
-Has hecho bien.
-Ay… creo que de esta no salgo.
-Mamá, solo tienes gripe.
-¿Gripe? Tu bisabuela murió de gripe…
-Fue en el año 1.918 cuando lo de la epidemia.
-¿Pero murió de gripe o no?
-Si, mamá.
-Pues eso… murieron muchas viejas que vivían solas como yo… que lo he visto en un documental de la dos.
-Fue una pandemia, mamá, morían de todas la edades.
-Tú que sabrás, si no habías nacido.
-Ni tú tampoco.
-¡No me contestes, que estás hecha una maleducada! –Se incorporó en la cama- Tu hermana Marichu, no ha venido a verme, ni siquiera llama.
-Ella me dijo que te llama todos los días, ayer no pudo venir, porque tuvo que llevar a Julito al médico.
-¿Cuanto me llama? Por la mañana una vez, y otra por la noche ¿Y mientras tanto? Puedo morir desangrada en mi propia cama.
-Mamá, por la gripe no te desangras.
-Tú que sabrás ¿Eres médica? –Se suena los mocos- ¡Que pena…aquí abandonada en una cama como una pordiosera y sin la compañía de mis seres queridos…!
-¿Y yo que soy?
-Una amargada.
Se hizo un profundo y prolongado silencio.
-Me está entrando ganas de merendar. Anda, tráeme un café, que ya va siendo hora que pase algún alimento por mi garganta ensangrentada y reseca.
Charo se dirige a la cocina.
-No lo calientes en el microondas que da cáncer.
-Si, mamá.
-No te olvides de prepararlo con leche desnatada.
-Si, mamá.
-Y ponle sacarina, por lo de la diabetes.
-Si, mamá.
-¿Charo?
-¿Qué mamá?
-Abre la puerta del horno y saca tres magdalenas para acompañar al café. Las preparé esta mañana, me quedaron riquísimas; coge para ti si quieres probarlas.
-Vale.
-Charo…
-Dime mamá.
-No tomes más que una porque las cargué bien de azúcar, y tú estás echando mucho culo.
Texto: Miguel A. Méndez González.
Autor “El aliento de Cristal”
Foto: http://es.dreamstime.com/photos-images/bedridden.html
ja, ja, ja, ja. Como me gusta esa suegra. Felicidades Miguel, eres fabuloso. Tienes mucho ingenio. Espero la próxima entrega de esa suegra tan divertida.
Un afectuoso saludo.
Hola Miguel, hay un dicho que dice: Suegra, juez y doctor, cuanto más lejos mejor.
Gracias por los buenos momentos que nos hace pasar con sus relatos.
Atentamente
Guadalupe Aguilera.
Un monumento se merece la hija. La gripe de esta suegra y sus consecuencias son de cuidado intensivo. Muy bueno, Miguel. Felicidades.
Cuanto más mala es la suegra más me divierto con ella. Es una mujer muy torcidiña,
Un saludo.
Vaya suegra…. Me gusta mucho, me río con ella. Ya espero la siguiente historia.
Un saludo.
Muchas gracias a Guadalupe, Ana, M. Angeles, Estela, Concepción, por vuestro apoyo a mis relatos cortos sobre mi SUEGRA ELVIRA. Eso me anima a continuar avanzando con este personaje, planteándome en un futuro no muy lejano recogerlos todos organizándolos para sacar un pequeño libro.
Queda mucha SUEGRA ELVIRA,
Quiero agradecer a todos los que lo leen aunque no sepa nada de ellos. Y mostrar mi agradecimiento a los muchos seguidores a través del correo electrónico y mi página web… EL ALIENTO DE CRISTAL.
Mi reconocimiento a Tucho y Carlos por la acertada elección de las imágenes que acompañan siempre todos los relatos.
Miguel.
Esa suegra, parece hermana de mi madre … siempre que tiene algun achaque, se cre que ya no va a salir de esa y lleva asi 94 años ja ,ja ,ja ,saludos.