A UNAS PIERNAS
Modelada cual la mano de un artista,
sigue sigue sin cesar hacia su base
que al que las ve no sabe lo que hace;
si agachar mucho o levantar la vista.
La dueña de estas piernas poderosas,
las exhibe sin cesar día tras día
detrás de un mostrador con alegría,
y todo el mundo dice: ¡que preciosas!
¿Por qué las lucirá con tal descaro
sabiendo que las miran sin cesar?
la verdad, no lo puedo precisar,
mas si se piensa bien, no es nada raro:
Si yo fuera mujer con esas piernas
no sólo dejaría que las miraran,
permitiría también que las tocaran
y vieran si eran duras o tiernas.
(6/12/69) Abuelo de B. S.
H. Pérez.